Como se ha visto en clase, el signo lingüístico tiene dos caras: el significante y el significado. El significante se define como el conjunto de sonidos que expresan un concepto y el significado la idea o concepto que asociamos al significante.
Pues bien, la literatura, el lenguaje literario, ha sabido aprovechar esta dicotomía para crear nuevos efectos sobre los lectores, nuevos lenguajes. Ya hicimos un ejercicio en el que teníamos que inventar palabras y ver el proceso por el cual éstas podrían llegar a convertirse en miembros de pleno derecho de nuestro idioma. Os adjunto una muestra de cómo algunos escritores han sabido aprovechar estos recursos para dotar a su obra de un tono lúdico y sugerente. El siguiente ejemplo pertenece a Rayuela, el libro de Julio Cortázar
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cortazar/rayue68.htm
Pues bien, la literatura, el lenguaje literario, ha sabido aprovechar esta dicotomía para crear nuevos efectos sobre los lectores, nuevos lenguajes. Ya hicimos un ejercicio en el que teníamos que inventar palabras y ver el proceso por el cual éstas podrían llegar a convertirse en miembros de pleno derecho de nuestro idioma. Os adjunto una muestra de cómo algunos escritores han sabido aprovechar estos recursos para dotar a su obra de un tono lúdico y sugerente. El siguiente ejemplo pertenece a Rayuela, el libro de Julio Cortázar
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cortazar/rayue68.htm
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